Polémica da homossexualidade em Espanha

Em Espanha, desde que o bispo de Alcalá de Henares, D. Reig Pla, fez uns comentários sobre a homossexualidade na Sexta-feira Santa, sucedem-se os comentários e as afirmações que só revelam como a Igreja não sabe lidar com a questão. Ou antes, revelam como o magistério da Igreja, aqui com minúscula, sobre esta questão tem de ser revisto. Ou que o diálogo é de surdos entre Igreja e mundo.

Primeiro, o bispo disse:

Quisiera decir una palabra a aquellas personas llevados por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana. Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno (aqui).

E foi o início do escândalo. Foram tantas as vozes contra o bispo, que alguns falam mesmo em “linchamento mediático”.

Uns dias depois, D. Reig insistiu que "muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada" (aqui), o que provocou mais afirmações contra, não só dos homossexuais.

O cardeal de Barcelona demarcou-se das afirmações do seu colega no episcopado (aqui).

Esclarecendo o bispo de Alcalá que o inferno da afirmação inicial não é o inferno pós esta vida mas um inferno de infelicidade já agora, mais comentários surgiram de homossexuais dizendo que são felizes sendo o que são.

Querido hermano Reig Plá: El que esto escribe es un joven de 30 años que es homosexual y es católico. Y es feliz. Y sé que no soy la excepción que confirma la regla de sus teorías. Conozco hermanos y hermanas homosexuales que son cristianas y son felices, y viven plenamente su afectividad y su fe (aqui).

Agora, é um ex-padre, José Mantero, homossexual, que vem dizer de D. Reig é um homossexual reprimido:

Está claro que se trata de un hombre obsesivo. Creo que es un homosexual reprimido, que quiere exorcizar sus fantasmas interiores, y no sabe cómo hacerlo. Le retrata perfectamente la última portada de 'El Jueves'. Una portada dura, que se la ha ganado a pulso. Porque, por mucho obispo que sea, no es nada cristiano (aqui).

Para piorar a situação, porque parece que só pode piorar, o cardeal Jorge Medina, chileno (aquele que apareceu na varanda vaticana a anunciar a eleição de Joseph Ratzinger), julgo que sem conhecer a polémica espanhola, afirma a uma revista que a homossexualidade é uma limitação, como nascer sem um braço:

Hay que ayudarlos a sobrellevar ese peso, que yo lo compararía, por ejemplo, con un niño que nace sin un brazo. Es una desgracia y hay que asistir a ese niño para que su limitación no le impida llevar una vida lo más común posible (aqui).

E continua:

Más de una vez. He tratado de ser acogedor y amable, pero sin disimular la verdad, como lo inculcan los documentos oficiales de la Iglesia en la materia. Es gente que sufre mucho. Digan lo que digan, ellos sienten que su situación no es normal.